Somos lo que comemos
Los resultados de los últimos estudios en nutrición son bastantes contundentes: los alimentos que tomamos pueden llevarnos por dos caminos, el de la salud o el de la enfermedad.
“Probablemente, de entre las 10 principales causas de muerte en Europa, 5 están estrechamente relacionadas con la nutrición”. En esto los científicos dicen que prestando un poco más de atención nuestra dieta puede reducir ostensiblemente, hasta un 70%, el riesgo de sufrir cualquiera de estos problemas.
Hay 4 excesos que cometemos respecto a nuestra dieta, y que pueden producir enfermedad
“Comemos demasiado, además no comemos alimentos sanos, y por último, ingerimos en nuestras comidas conservantes y residuos de pesticidas que el cuerpo es incapaz de desechar eficazmente o, por lo menos, no puede hacerlo en las cantidades que se requiere de acuerdo a los que consumimos”.
Esto da como resultado arterias obstruidas, sobrecargas para el corazón, cálculos en la vesícula biliar, hígado dañado y una variedad de sustancias químicas nocivas circulando por nuestros cuerpos que pueden derivar en hasta doce tipos diferentes de cáncer.
Pero, ¿Cómo es posible que tantas personas sufran los mismo problemas de salud? “Pienso que es importante pensar en la forma en que se alimentaban nuestros antepasados, que eran recolectores-cazadores”, pensaré que la actividad que más desarrollamos fuera de la recolección mucho más que la de la caza.
Con esto quiero recalcar el hecho de que nuestros ancestros se alimentaban principalmente de frutos, raíces, nueces, hojas, y semillas, y ocasionalmente, son una pieza de carne si tenían suerte de acertar en la caza. Sólo tomaban leche de bebés y era leche materna, comían huevos en contadas ocasiones y por supuesto, no existían patatas fritas ni helados.
Pues bien, este es el tipo de dieta a la que los humanos se “deben” adaptar, ha de ser una dieta con pocas grasas, que incluya fibra y grandes cantidades de vitaminas y minerales, aportando también otros elementos recién descubiertos que son esenciales para mantener una buena salud.
Los anticancerígenos más eficaces
Los estudios indican que comiendo más de siete raciones por semana de fruta fresca y verduras verdes y amarillas, podrás reducir hasta un 80% el riesgo de desarrollar un cáncer. Según los resultados de estudios realizados a nivel mundial, éstos son algunos anticancerígenos más potentes que tenemos a nuestro alcance.
- Ajo
- Albaricoques
- Bayas
- Berros
- Boniatos
- Brécol
- Calabaza
- Cebollas
- Cerezas
- Ciruelas pasas
- Col
- Coles de Bruselas
- Endibias
- Espinacas
- Germinados de mostaza
- Guayaba
- Higos
- Judías pintas
- Kiwis
- Lechuga italiana
- Mangos
- Melón
- Naranjas
- Papaya
- Pomelo
- Rábanos
- Soja
- Tomates
- Zanahorias
Más carnes , más riesgos para la salud
Está demostrado que el hecho de comer mucha carne tiene una estrecha relación con padecer algún tipo de cardiopatía. Algunas asociaciones y colectivos empiezan a promover seguir una dieta equilibrada, rica en frutas, vegetales y cereales integrales.
Sugieren que al menos del 30% de las calorías que tomemos provengan de las grasas y que de estas, menos del 10% sean saturadas. De este modo, consumiremos menos de 300 mg. de colesterol, la cantidad en 85g de asado y un huevo por día.
Una manera de obtener los mismos aportes es limitar el consumo de carne. Esto no significa que todos tengamos que volvernos vegetarianos estrictos(el pescado, el pollo, sin piel, los productos con bajo contenido en grasa son también buenos alimento). Incluso un ocasional filete de carne asada no nos haría ningún mal.
Lo recomendable es que la mayor parte de las calorías que tomamos cada día provengan del huerto. El mejor modo de reducir el riesgo de sufrir enfermedades crónicas es comer una gran variedad de alimentos vegetales, y cocinarlo lo más sencillo posible.
Una dieta rica en alimentos vegetales, puede conducir a una vida saludable y larga.
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